Mark y su hermanastra Hannah se ven abandonados a su suerte en la calle, sobreviviendo día a día en una habitación de motel sucia. Él solo la mantiene cerca para venderle su joven coño a sus camellos. Ella no habla mucho, pero sabe follar, y eso es todo lo que importa. Claro, él no va a dejar que sus amigos se la follen sin tener un poco de sexo para él.