El hijastro de Charlie Forde (Nick Strokes) coquetea con una joven, lo que genera tensión entre ellos. Charlie se defiende ante su marido y acusa a Nick de ser sexy. Nick insiste en su deseo por ella, lo que lleva a una confrontación. Charlie la suplica, y Nick intenta controlarla. La escena termina con Nick poniendo su mano en la cara de Charlie, revelando la dinámica tabú.